Teocelo, en un mural

*Al lado de una sinuosa carretera, en un espacio de 140 metros, pinturas que retratan el orgullo de los pobladores por su pasado, su historia, tradiciones y su vida misma

Carolina Miranda

Teocelo, Ver.- Los brillantes y vibrantes colores contrastan con la oscura y sinuosa carretera. Las imágenes llaman la atención de inmediato en todo aquel que busca adentrarse a “la tierra del Dios tigre”.

En las entrañas del bosque bajo tropical, las raíces de un pueblo llamado Teocelo aparecen en una larga pared de 140 metros, donde la combinación de alegres tonalidades sorprende a propios y extraños y dejan una agradable sensación.

Los tigres, abejas y aves de su biodiversidad, los recintos de su religiosidad, sus bailes tradicionales, las  fiestas populares que les dan identidad, sus creaciones de bambú artesanal, su aromático café y el trabajo de sus apicultores, aparecen en el mural monumental.

Bajo la mano del artista Rodrigo Díaz, el municipio de Teocelo -que en voz náhuatl  significa “la tierra del dios tigre”-, quedaron plasmados también los rostros de sus lugareños, con sus arrugas y manos cuarteadas de trabajar el campo.

Las estampas cotidianas retoman el orgullo de los pobladores por su pasado, relata la historia, tradiciones y la vida misma de Teocelo, un sitio que se encuentra en lo profundo de un barranco de gran belleza natural, conocido como Matlacóbatl, las “10 culebras”.

Las neblinas constantes que cubren los liquidámbares, encinos, ocotes, sauces y plantas exóticas que pueblan el lugar, también aparecen tímidos en esas pinturas.

“Lo que tiene este lugar es que tiene las raíces muy profundas y es gente que está muy orgullosa de sus raíces”, contó, hace un par de año, el autor que llenó de color un pedacito de esta tierra húmeda.

El mural comparte espacio con el campo deportivo “El Magueyal”, con un verde intenso que se mimetiza con la vegetación de todo el lugar.

 

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